DILEMA

Dilema domina el arte de bordar verdades

Dicen que las verdades duelen, pero no si están bien dichas. No vale soltarlas y ya: se trata de decirlas con contundencia y criterio, sí, pero también con delicadeza y empatía. Sacando partido de la propia experiencia, pero no limitándose a ella. Requiere saber usar magistralmente el humor y, lo que es más importante, utilizarlo a destajo, con tanto ingenio como crudeza.

Dilema cuenta verdades, porque maneja todos esos extremos, además de una buena combinación de referentes pop: de personajes femeninos fuertes, de clásicos con miradas modernas, de películas de sobremesa y de filmoteca. De música, mucha música. De vinilo y radiocasete. Música para bailar hasta quemar la suela, jugar al cinquillo o tomar el aperitivo en casa con las amigas. Dilema es, ni más ni menos, que saber divertirse: sin coartadas ni justificaciones.  

Dilema cuenta verdades. Porque, si sabes hacerlo, no duele, no. Lo que duele es hacerse un tatuaje, joder. 

Dilema domina el arte de decir verdades: lo borda. 

CASA DILEMA

Verdades bordadas.